Alejándose ya de viejos estigmas, el aceite de Cannabidiol (CBD) se ha ido convirtiendo en una tendencia en occidente en los últimos años, especialmente por sus propiedades terapéuticas y cosméticas. Pero si echamos un vistazo a la historia, vemos que el CBD (en formato de aceite o semillas para infusiones por ejemplo) no tiene nada de nuevo, pues es un compuesto utilizado y valorado en varias culturas, como la china, desde hace más de un milenio. Entonces ¿Por qué ha tardado tanto en extenderse por todo el mundo? Hay antecedentes de otros aceites también beneficiosos y “exóticos” que tardaron mucho en llegar al gran público, como el aceite de coco. En ambos casos podríamos encontrar un motivo en que su producción a gran escala ha estado tradicionalmente concentrada en unos pocos países de Asia o América. Pero el caso del aceite de CBD es especial pues todavía está lidiando con ciertas complicaciones legales y culturales.
Su compuesto principal, el CBD, es uno de los más de 100 compuestos químicos que la planta Cannabis Sativa produce de forma natural. La premisa respecto al CBD es que no es psicoactivo, al contrario que en el compuesto más investigado, el THC, que sí es el que provoca el efecto “colocado” asociado al consumo del cannabis. En definitiva, el CBD se está dejando de demonizar o de asociar a la industria criminal de las drogas recreativas. Y todavía queda camino por recorrer mientras haya desinformación.
Hablando de información sobre el aceite de CBD, de acuerdo con datos de Google Trends, el interés que suscitan la palabra Cannabidiol y su abreviatura CBD como elementos de búsqueda en Google, ha crecido exponencialmente en los últimos 5 años tanto en España como en el mundo. Y no hay mejor indicador de popularidad que el número de búsquedas que generas en la gran lupa.
La tendencia también se refleja en otro aspecto muy a tener en cuenta, y es la proliferación de puntos de venta físicos. Analizando el caso de España, hace 10 años era complicado encontrar tiendas especializadas con un catálogo de aceites CBD. A día de hoy sin embargo, prácticamente todas las ciudades en nuestro país cuentan con al menos una tienda especializada, lo cual es muy indicativo del tirón del CBD si tenemos en cuenta que en general el comercio online está arrasando en detrimento de la compra presencial.
Si una mayor aceptación social, una base científica más sólida, y los nuevos canales globales de información y logística ya hacen del aceite de CBD un pastel cada vez más apetecible y accesible, las celebrities, como viene siendo habitual en este tipo de tendencias alternativas, ponen la guinda. La actriz Whoopi Goldberg es una gran defensora pública del aceite CBD, lo ha tomado para combatir el dolor y el glaucoma, e incluso se lanzó a producirlo ella misma a través de una pequeña empresa. Morgan Freeman lo usa para combatir la fibromialgia. Y la lista de famosos que han hecho público su uso se viene engrosando en los últimos años.