Capítulos adicionales de la guía de cultivo


Cultivo de guerrilla: guía completa

El cultivo de cannabis de guerrilla (o guerrillero) es el que se realiza al aire libre, en lugares silvestres, ocultos y poco accesibles a la gente. Muchas personas utilizan este método para cultivar cannabis cuando otros sistemas resultan demasiado arriesgados o les resulta imposible realizarlo dentro de sus casas.

Este tipo de cultivo tiene su propia técnica y sus trucos particulares. Si quieres conocer en profundidad todos los secretos del cultivo de guerrilla aquí tienes una guía completa. En ella te explicamos todos los pasos que tienes que seguir para conseguir el éxito en tu cultivo.

Seleccionar la variedad de cannabis adecuada

El primer paso del cultivo de guerrilla consiste en seleccionar variedades concretas de cannabis que tengan alguna de las siguientes características:

  • Resistencia a cortos períodos de frío

Debes elegir una variedad de cannabis que soporte bien los cambios de temperatura sin sufrir daños, dado que habrá algunas noches y días determinados en los que hará más frío en el exterior.

  • Resistencia a los hongos

En los cultivos realizados al aire libre es imposible evitar el efecto de los parásitos y los hongos. Por ello, asegúrate de elegir una variedad de cannabis que tenga una resistencia natural a estas plagas.

  • Floración corta

Dado que el riesgo de ser descubierto es permanente, la mejor opción es plantar variedades de cannabis que tengan periodos muy cortos de floración. Se recomienda, además, plantar variedades que florezcan rápidamente.

  • Semillas autoflorecientes

Para el cultivo de guerrilla es preferible usar semillas autoflorecientes, ya que empiezan a florecer automáticamente unas cuatro semanas después de germinar. Con las variedades de cannabis corrientes hay que esperar hasta que acorte el día, lo cual puede convertirse en un verdadero problema.

Aquí tienes una pequeña selección de las semillas más adecuadas para el cultivo de guerrilla:

Además de estas, hay muchas más variedades adecuadas para el cultivo de guerrilla.


Aspectos esenciales para elegir la zona de cultivo perfecta

El siguiente paso consiste en elegir una zona de cultivo óptima. Esta fase es muy importante para que las semillas crezcan bien. Para ello, tienes que tener en cuenta varios aspectos esenciales:


Elige una zona que esté aislada

No hay nada peor que dejar tu cosecha expuesta a la curiosidad de los extraños. Por eso, es muy importante que elijas una zona de cultivo que esté situada en un sitio poco accesible y frecuentado por la gente.

Los restos de basura o la aparición de huellas son una señal de peligro, por lo que debes evitar esos sitios. Pero estas señales no son suficientes, siempre podría aparecer un visitante incómodo, así que esfuérzate al máximo para elegir una zona segura.

Consejo:

Elige siempre un lugar alejado de cualquier torre de vigilancia, dado que podría verse tu cultivo desde la torre o podría ser descubierta por algún guarda forestal. Infórmate de las torres de vigilancia que hay en la zona y de su ubicación y elige el área más alejada de las mismas y que no esté en su línea de cruce, ya que podría ser un camino usando por los guardas forestales.


Elige una zona que no se vea desde lejos

Aun cuando hay zonas que parecen aisladas, ten en cuenta que no sea visible desde lejos. En muchos casos, una zona situada en el exterior puede verse desde una plataforma, una torre elevada, un puente o un edificio.


Integra en el medio ambiente tus plantas de cannabis

La plantación de cannabis debe integrarse en el medio ambiente. Actualmente, para realizar los planos catastrales las autoridades utilizan helicópteros. Lo que parece seguro en el suelo puede ser totalmente visible desde el aire. Para evitar que tus plantas sean descubierta tienes que tener en cuenta dos cosas:

  • Las plantas de cannabis deben integrarse totalmente en el paisaje y pasar desapercibidas. Esto significa que los arbustos situados alrededor (se aconseja que haya algunos) deben tener un aspecto y un color similares a las plantas de cannabis que van a crecer.
  • El área de cultivo nunca debe ser demasiado grande. En lugar de cultivar docenas de plantas en una sola área, es mejor distribuir el cultivo en diferentes zonas. Si solo tienes tres plantas, no se verán, pero si cultivas treinta plantas, ¡es como si estuvieras lanzando un cohete al aire!


Fácil acceso al agua

Las plantas de cannabis necesitan gran cantidad de riego. Esto puede ser un problema en el cultivo de guerrilla. ¿Cómo se puede transportar mucha agua a la zona de cultivo de forma discreta? La mejor opción es elegir una ubicación para el cultivo que esté situada cerca de un lago, un estanque o un arroyo.


El sol es indispensable

El lugar de cultivo ideal tiene que recibir la luz del sol para que la producción de las plantas de cannabis sea óptima.

Si las plantas van a crecer en el borde de un bosque, ¡elige siempre la parte soleada! Observa por qué lado sale y se pone el sol. Y lo mismo sucede en el caso de que el cultivo sea en el campo, una pendiente, una colina o cualquier otra zona en la que haya un juego de luces y sombras.

Consejo: ¡no intentes nunca aumentar la exposición a la luz del sol en un cultivo al aire libre! Si podas los arbustos o quitas las ramas de los árboles, corres el riesgo de hacer más visible la zona de cultivo.


Elige un buen suelo

Un buen suelo es esencial para asegurar el crecimiento óptimo de las plantas. Al igual que sucede con el agua y la luz, también es necesario garantizar la calidad del suelo. Los suelos demasiado arcillosos no son aconsejables porque no retienen el agua. Por otra parte, también hay que evitar los suelos arenosos. Los mejores suelos son los suelos densos y oscuros, ya que contienen muchos nutrientes y proporcionan un soporte estable para las plantas de cannabis.

Añade un plus:

Si quieres añadir un plus al cultivo, busca un suelo en el que haya ortigas. Las ortigas crecen en suelos idénticos a los preferidos por las plantas de cannabis y camuflan muy bien los esquejes, porque al principio su coloración es idéntica.


Exposición al viento

En el cultivo al aire libre solo se puede proporcionar un cuidado limitado a las plantas. Por ese motivo, es necesario reunir desde el principio las condiciones de cultivo adecuadas. La zona de un cultivo de guerrilla no debe estar demasiado protegida del viento. Una brisa ligera de vez en cuando es importante para evitar la formación de hongos.


Preparación de la zona de cultivo

Comienza cavando ligeramente el lugar de plantación para aflojar la tierra. Aprovecha para eliminar los guijarros y los grandes trozos de madera y crea una bonita superficie de suelo. Luego cava un hoyo y enriquece la tierra con abono para macetas y un poco de fertilizante. También puedes mezclar cristales de polímero, que son particularmente buenos para almacenar agua. El agujero debe ser de, al menos, 30 x 30 cm, para que las plantas tengan suficiente espacio para crecer.


Protección contra animales salvajes:

Si la ubicación lo permite, puedes instalar pequeñas cercas de malla de alambre alrededor de las plantas para protegerlas de los conejos u otros animales. Asegúrate de que la cerca tiene al menos a 50 cm de profundidad, ya que de lo contrario los animales podrían cavar por debajo de la misma.

Para proteger el cultivo de animales grandes, como jabalíes o ciervos, puedes instalar una pequeña cerca eléctrica alimentada por una batería de automóvil.

Pero ten cuidado, cuanta más instalaciones pongas, más riesgo tienes de que se descubra tu plantación.


Preparación de almácigos para plantarlos en la naturaleza

Las plántulas son muy frágiles al principio, por lo que se recomienda mantenerlas en casa durante el momento de la germinación y durante la primera fase de crecimiento. Cuando las plantas ya sean más resistentes y estables se pueden trasplantar (aproximadamente a las dos o tres semanas) a la zona de cultivo.

Puedes llevar las plantas en una caja de zapatos dentro de una mochila para no llamar la atención.


Plantación en la zona de cultivo

Puedes colocar las pequeñas plantas de cannabis en los agujeros que habías preparado previamente. Seguidamente, dales un pequeño riego para facilitar su llegada a su nuevo entorno.

Como ya hemos mencionado, se recomienda instalar una pequeña valla contra roedores, ya que al inicio las plántulas son muy susceptibles a sus ataques.


Control de las plantas

En un cultivo de guerrilla es difícil cuidar mucho las plantas, pero hay que ir haciendo un control periódico, sobre todo para asegurar el riego.

También es necesario controlar la aparición de plagas en las plantas. Si encuentras una planta infectada, mira si puedes salvarla; de lo contrario, deberás retirarla para que no infecte al resto de las plantas.


Periodo de cosecha

Puede que incluso siguiendo todos los pasos te equivoques al calcular el momento más propicio para la recolección. Recuerda que las plantas no deben recolectarse demasiado pronto. Por otra parte, son muy sensibles a los hongos al final de la floración y mueren rápidamente, por lo que debes recolectar las plantas inmediatamente después de su plena floración.

Pero ¿cómo saber cuándo ha terminado la plena floración?

Para averiguarlo, observa el cáliz de la planta, ya que cuando termina la floración se hinchan y aumentan las glándulas de resina. Dentro de estos cogollos, crecen pequeños pelos (tricomas) que luego cambian de color. Un examen preciso y continuo permite observar que estos pelos cambian de blanco a marrón. Cuando los pelos se vuelven marrones por completo, la planta empieza a morir y ya es demasiado tarde para su recolección.

Nota sobre la coloración de los pelos (tricomas):

  • Los pelos blancos producen un subidón progresivo en el cerebro.
  • Los tricomas más oscuros producen un efecto adormecedor.
  • Puedes mezclar ambos efectos dependiendo del grado de madurez de la planta de cannabis.

Para cerrar esta guía sobre el cultivo de guerrilla, nos gustaría darte algunos consejos útiles que, lamentablemente, a menudo se pasan por alto.


Trucos y consejos del cultivo de guerrilla

  • Oculta tus huellas

Las huellas pueden traicionarte y dirigir a los excursionistas o guardas forestales a la zona de tu cultivo. Borra siempre tus huellas.

  • No hagas un sendero

No hay nada peor que crear un pequeño sendero que lleve a la zona de cultivo solo por ir muchas veces allí. Cuando vemos un camino, nos sentimos obligados a seguirlo (los humanos somos curiosos y perezosos por naturaleza). Así que ve siempre a la zona del cultivo de forma discreta y desde diferentes direcciones cada vez.

  • No dejes residuos ni restos de basura, ya que son muy visibles y siempre llaman la atención.
  • Piensa en excusas por adelantado

Si vas a un área específica con frecuencia, te pueden detectar y preguntar el motivo por el acudes allí. Por lo tanto, es importante que tengas preparada una buena excusa. Puedes inventar motivos como pasear al perro, fotografiar la naturaleza, pescar, observar la vida silvestre u otros pasatiempos. Pero lleva el equipo necesario para que tu explicación sea creíble, ya que podría ser sospechoso decir que vas a pasear al perro si no llevas perro.